jueves, 5 de noviembre de 2015

Desde mi ventana

Te follaria con los ojos cerrados;
al viento y sin escrúpulos; 
Te besaría tanto.

Tanto que te empaparías,
en un éxtasis fluvial.
Jugosa como la manzana
de Eva y Adán
taciturna perdida.
Adicta a conectarte

Ángel del recoveco oscuro de mi sexo.
Pupilas moradas y aullidos voraces,
Que se limitan, a morderte el ombligo.
A pervertirte los senos
Y cabalgarte entre gemidos.




"Desde mi ventana
puedo ver el mundo que imagino,
lleno de ti y de alcobas pasajeras.
Extravagantes noches de mentira;
amaneceres mojados
y despertares comprometidos.
Desde mis ventanas
puedo ver el mundo;
te veo a tí
y no quiero ver mas nada.

Te follaria entera
sin desperdiciarte ni un poquito."

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Déjame

Déjame poder seguir
experimentando en tu cuerpo.

Déjame quererte
como ya no quiero.

Déjame que intente una vez mas
poder respirar tu pelo.

Déjame morirme sin mirarte
la espalda que tanto quiero.

Déjame desaparecer
entre tus piernas.

Déjame quererte un poco mas
de lo que tu quieras.



"Pude sentir tu sádica lengua subiendo por mi cuello,
y luego el amor nos hizo"

sábado, 28 de septiembre de 2013

A donde va el deseo cuando volvemos a ponernos la ropa (Parte II)

El pecho nos latía fuerte y no podíamos parar de mirarnos, como si estuviésemos anclados a una misma piel, a un mismo anhelo.
Se puso de pie y extendió su mano para coger las mías.
¿Donde vamos? pregunte.
y ella solo atino a besarme intensamente, como si mi boca dejara de existir al contacto con la suya.

Caminamos por la oscura ria de valencia y no detuvimos en unos arbustos, alejados de todo. Solo estábamos ella y yo, y eramos como el ombligo del mundo.
Tire mi abrigo al suelo y nos acostamos sobre el, comencé a desabrochar su camisa tan frenéticamente que en el trascurso arranque tres botones. Podía sentir en mis manos su piel erizada, deseosa de ser el alimento de una noche tan hambrienta. Quitó mi camiseta y comenzó a rasguñar mi pecho suavemente mientras disfrutaba de como me estremecía, de como mi mente se hacia difusa ante su presencia, ante su ser. El tiempo quería traicionarnos, pero eramos tan intensos que no le dimos chance a que despierte el día, y nos fundimos de apoco entre gemidos.
Quite lentamente su camiseta y comencé a besar su cuello lentamente, mordía su sujetador mientras apretaba suavemente sus pecho, cerrando la mano con la euforia a flor de piel por arrancarle el sujetador. Segui bajando poco a poco mientras lamia su dócil cuerpo y dejaba fluir mis mas oscuras ganas de amarla fervientemente. Desabroche el primer botón del pantalón sin dejar por un segundo de besarla, de hacer que se estremezca, de hacerla vivir y morir en vida. Despacio introduje mi mano y comencé a enmarañar mis dedos en sus bragas, mientras ella desesperada me ayudaba a terminar que quitar su ropa y bajar sus pantalones.
Mi lengua se escondía en su ombligo y sus manos rozaban su pelvis vehemente, como si quisiera arrancarse del cuerpo las sensaciones erógenas para estallar en un sublime gemido.
Acariciaba sus piernas y ella se dejaba ser, dejaba que explore lo inexplorado, y sumisa e insaciable se volvía flexible, para que no quedara ni un recoveco por tocar. La tome fuerte de las piernas y las separe, dejando a ante mis ojos la encantadora vista de sus húmedas bragas, que despacio comencé a besar y a mordisquear tirando de ellas con ganas de arrancarlas.
Ella mordía sus pechos y aguantaba las ganas de gritar tapando su boca con el puño, mientras yo separaba su ropa interior de la piel y comenzaba a besarla, a absorberla. Podía sentir el calor y la humedad de sus bajos labios en mi boca y como si fuera un trompo la punta de mi lengua giraba al rededor de su clítoris presionándolo sosegadamente una y otra vez. Mis labios mojados empapaban los suyos y ella no hacía mas que enloquecer, comencé a masturbarla y su esencia brotaba de su interior dejando mis dedos embebidos en su néctar de mujer. Terminamos por fin de quitarnos la ropa de un suspiro, sus pechos jugaban con el afán de mis labios por morder sus pezones, que erguidos pedían mas y suplicaban que no me detenga. Me acomode entre su piernas y comencé a rozarle la entrepierna con la punta del pene, subiéndolo y bajándolo cada vez mas lento, suavemente comencé a penetrarla, entraba un poco y salia, y volvía a entra fuertemente, mientras ella mordía sus labios y se hacia cada vez mas adicta al placer de tenerme, de poseerme entre sus piernas mientras contraía  su vagina para hacer mas placentera la noche.
Se monto sobre y comenzó a cabalgar eufórica pidiéndome que no pare, gritándome que la folle. Con mis manos en su pecho podía notar como su corazón latía ferozmente de la excitación que ella sentía, al igual que su empapado sexo comenzaba a mojar mi pelvis. Ensalive mis dedos y empece a estimular su clítoris para darle un mayor clímax al asunto y enseguida pude notar su piel erizarse como ninguna, Cogí sus nalgas entre mis manos fuertemente para ayudarla a subir y bajar con mayor intensidad. Podía escucharse el chof de los fluidos al chocar nuestras partes y el olor a sexo emanaba fuertemente de nosotros, ella aspiraba hondo y cogía su cabeza entre sus manos y volvía a aspirar. Ella siempre decía que su parte preferida del sexo era ese olor a satisfactorio que desprendía su cuerpo en la inercia del sexo, mojando la toda, por dentro y por fuera, le gustaba el sabor y la textura pegajosa que estos tenían y en ese momento nada mas deseaba que verme la cara mientras me contraía del placer que ella me provocaba. Yo no podía para de manipula sus pechos y acariciar sus pezones que estaban muy duros, tratando de inclinarme para lamerlos, chuparlos y morderlos. Ella no podía parar de gemir mientras mordisqueaba mis labios diciendo- Quiero ser tu esclava esta noche, Aplaca el animal que llevo dentro- poniéndose de pie y sentándose rápidamente sobre mi boca, mientras arañaba sus piernas y mi abdomen...
... El tiempo se congelo en nuestro espacio, nos aferramos con uñas y dientes a nuestros cuerpos y generamos un colapso de pieles inexistentes. Podía sentir sus contracciones latir junto a mi corazón, el placer que nos invadía era único tanto como la sed por pertenecer nos.
Y ahí estábamos los dos hundidos en nuestras miradas, comtemplandonos. Como si no importara nada mas.
Ella se recostó sobre mi pecho, me beso despacio, Yo no podía dejar de pensar en lo que acabábamos de hacer y en nuestra amistad y en que quedaría todo esto. Ella no dio mas importancia que al placer del momento y al jugar con su dedo en mi ombligo.
Después de un largo rato y de charlar de todo un poco, decidimos vestirnos y quedarnos ahi tirados en el césped, abrazados. Yo me lié un cigarrillo y ella un de eso raros y entre calada y calada divagamos hasta terminarlo y luego nos quedarnos dormidos.
a la mañana siente sentía gotas en la cara y comencé a parpadear ligeramente hasta que pude abrir los ojos. Yo estaba un poco mojado y el cesto y el césped empapados Mire hacia un lado, mire hacia otro y ya no estabas. Me levante y me acosté un rato bajo el sol para dorar mi piel y tratar de no pensar en nada.


"El sexo es el sexo,
el amor son dos personas compartiendo un todo por un algo,
ese algo puede ser el sexo o puede ser la vida"



lunes, 26 de agosto de 2013

Ella y yo, Yo y ella

Ella, desnuda de cuerpo y mente ante mi
Yo, quitando mi ultimo calcetín
Ella, amarrada a mi cintura
Yo, perdido entre sus dedos
Ella, tan viciosa pide amor
Yo, tan tantrico mordiendo suavemente sus pezones

Yo, cojo su pelo y acaricio su rostro con amor en pleno sexo oral
Ella, muerde mi pelvis, juega con mi ombligo y me pierde en el espacio sideral
Yo, la acomodo en posturas profundas, sensibles y apasionadas
Ella, busca consuelo en la almohada, y frívola a su comodidad, disfruta del intenso placer de la cama.
Yo, me dejo llevar por el camino de su clímax
Ella, tan gustosa y sensual, me hace de guía en su nido, que al terminar espero se convierta en mi nicho.


"Déjame ayudarte a perder la decencia,
purificando tu cuerpo con mis besos"



jueves, 6 de junio de 2013

A donde va el deseo cuando volvemos a ponernos la ropa (Parte I)

Sabia que en algún momento ella caería en mi cama, esa mañana salimos de clase temprano, fuimos al rió a tomar unas cervezas.
Los dos sabíamos que nos moríamos de ganas por tenernos mutuamente y echarnos algo de mano encima, acompañándonos de risas cómplices y juegos tontos de palabras. Pero teníamos un gran problema, sabíamos que en nada yo me iría a vivir a otra ciudad, y yo tenia miedo a enamorarme, y ella a que no lo hiciera.
habíamos hablado ya del tema, pero siempre en broma y realmente no queríamos perder lo que teníamos, aunque sabíamos que si nos salia bien podíamos estar y no estar, bueno creo que se entiende.
Recuerdo una vez en el curso me acerque a ella y le susurre al oído, ella sonrió y dijo mas bajo aun, - háblame de mas cerca que no te escucho. 
Recuerdo cerrar los ojos y sentir como el corazón se me paraba muy despacio.
Ella, era algo especial. 
Había empezado a oscurecer y en el rio, el viento corría del norte y el frió se empezaba a sentir cada vez mas, y nosotros estábamos muy desabrigados.
Ella tenia un poco de frió y me abrazo recostándose en mi pecho. Comencé a acariciarle el pelo suavemente, como si rozara el cielo entre mis manos. Podía sentir su cara rozarme el cuerpo, mientras decía que podría estar una vida así, recostada sobre mi. Le di un beso suave en la cabeza y pude sentir como se retorcía lento, hasta podía imaginar sus ojos cerrados, mientras sentía su respiración sobre mi, y sin mas rodeos comenzamos a besarnos.
Primero nos dimos un beso rápido a boquiabierta sin dejar de ver nuestras almas en los ojos del otro, sabíamos muy bien que queríamos absorbernos mutuamente, que queríamos desaparecer en nuestras pieles, sabíamos que queríamos fundirnos, que queríamos amarnos y disfrutar uno del otro.
Lentamente levantaba mi camiseta y frotaba con ansias mi abdomen y mis pechos, rasguñandome con tanta delicadeza que me hacia tiritar y erizar la piel. Entonces la cogí fuerte de la cinturas y comencé a besarla intensamente mientas masajiaba al compás su trasero y sus piernas. Ella susurraba que quería ser mía y yo le decía que su pasión en mis besos se calaría.
Poso su boca en mi cuello y con su lengua lentamente comenzó a acariciarme y me besaba despacio, y me volvía a lamer.
quite su camiseta y deje que  mis manos se embobaran en sus pechos, en un segundo me hice adicto y me abalance cuidadosamente hacia ellos con mis húmedos labio acariciaba cautelosamente la punta de sus erguidos pezones, firmes, deseosos de entrar en mi boca, de jugar con mi lengua y estremecerse ante mis dientes. Lento y despacio me fui deslizando hacia tu vientre, reposando mi nariz en su ombligo, mordiéndole la pelvis. ella no paraba de retorcerse, y de pronto dijo - "espera" busquemos un lugar mas cómodo para esto.


 "Puedo leer en tu ojos, que  lo que
buscas en mi, es mas que un cruce de miradas".

domingo, 12 de mayo de 2013

Teniendo ganas de nada y a la vez de ti...

Parte I


Distorsionamos miradas que intentábamos no perder
nos cuesta sostenerlas pero al final cedemos y las bajamos.
Nos miramos los pies,
las manos, nos miramos de reojo y nos volvemos a dejar vencer.
Y de nuevo volvemos a mirarnos y en un segundo nos compenetramos.
Sabemos que es lo mismo lo que sentimos,
lo que nos pesa,
esas cadenas intensas que nos atan sin atarnos y que nos detienen, sin detenernos.



"No deseo para tu piel, mas placer que el de tu boca para mis besos."